Cómo ser un buen líder en esta nueva era laboral
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Lo normal es que en tiempos de cambio todo el mundo dirija la mirada a sus líderes. En los últimos años, hemos enfrentado desafíos sin precedentes que han transformado el mundo laboral.
Los líderes deben estar preparados para avanzar en un entorno caracterizado por la flexibilidad, la conciliación, el teletrabajo y la necesidad de que los profesionales se sientan valorados y tengan oportunidades de crecimiento. La nueva era laboral ya no se refiere a la "nueva normalidad" post-COVID, sino una evolución hacia un mercado más dinámico y centrado en el bienestar y el desarrollo profesional.
Esa reflexión es lo que nos ha inspirado para presentar aquí las once aptitudes que los líderes van a necesitar en la nueva era laboral.
1. Inteligencia emocional
La inteligencia emocional es, probablemente, la aptitud esencial que todos los líderes necesitarán en la nueva era laboral. Se trata de la habilidad de gestionar las emociones, y nos permite manejar mejor las situaciones de crisis. Además,nos ayuda a reconocer y comprender las emociones de los demás.
Por eso, el conjunto de aptitudes sociales y emocionales que componen nuestra inteligencia emocional resulta fundamental para que los líderes puedan construir mejores relaciones. Así como también tomar las decisiones adecuadas en este entorno de cambios constantes, incertidumbre e inestabilidad.
Un líder emocionalmente inteligente es capaz de comprender sus emociones y las de los demás y tiene, además, la capacidad de gestionarlas de la manera adecuada. Por tanto, en los líderes más efectivos hay una estrecha relación entre inteligencia emocional, empatía y compasión.
2. Autoconciencia
La autoconciencia está relacionada con la inteligencia emocional, y Merriam-Webster la define como "la conciencia de la personalidad o individualidad de uno mismo". Tasha Eurich, psicóloga organizacional e investigadora, va más allá y distingue dos categorías de autoconciencia: la autoconciencia interna y la autoconciencia externa.
La autoconciencia interna se centra en cómo percibimos nuestros propios valores, pasiones y aspiraciones, y en cómo influimos a los demás. Por su parte, la autoconciencia externa es la manera en que consideramos que nos ven los demás. Eurich destaca la importancia de que los líderes se esfuercen en desarrollar ambos tipos de autoconciencia.
Una de las claves para desarrollar la autoconciencia es convertir laconciencia plena y la reflexión sobre uno mismoen un hábito. Si los líderes se toman la reflexión sobre sus aptitudes, serán capaces de diferenciar su propia percepción de una situación de cómo dicha situación es en realidad, vista con objetividad.
3. Adaptabilidad
En cada crisis los líderes han tenido que adaptarse y afrontar nuevos retos casi a diario. No obstante, durante el proceso aprendemos que somos capaces de plantarles cara e introducir cambios significativos (como el hecho de enviar al personal de empresas enteras a trabajar desde casa en plena pandemia global). Por eso, sabemos que podemos adaptarnos rápidamente.
Los líderes de mayor antigüedad deberán mantener una actitud ágil y adaptable, flexible pero previsora. Entre otras cosas, será necesario plantear varias alternativas para cumplir los objetivos, independientemente de las circunstancias a las que se enfrente la empresa.
Por tanto, los líderes más capacitados y que más éxito tendrán en esta nueva era laboral serán, en muchos sentidos, aquellos más seguros de sí mismos que adopten una actitud flexible y no duden en ajustar sus planes —deberán tenerlo todo preparado para introducir los cambios rápidamente— cuando sea necesario.
4. Comunicación
En estos tiempos plagados de incertidumbre, la gente espera que sean los líderes quienes marquen el camino a seguir. Por tanto, el modo en que transmitas el mensaje será de gran importancia.
Los líderes de la nueva era laboral deben ser auténticos, transparentes y comunicativos, pero también honestos y vulnerables. Capaces de admitir que no siempre tienen la respuesta al tiempo que se esfuerzan en encontrarla, sobre todo porque ellos también siguen aprendiendo y diseñando soluciones para afrontar los retos que, uno tras otro, se van interponiendo en su camino.
Como líder también tendrás que adaptar la manera de comunicarte a la nueva era del «modelo híbrido». Es importante que mantengas una línea de comunicación clara y justa: asegúrate de que hay equidad, de que cada uno de los miembros del equipo se siente incluido en la misión de la empresa.
5. Soluciones creativas
No es nueva la creencia de que son los momentos de crisis y los obstáculos, y no la estabilidad y la libertad, los que incentivan nuestra creatividad y capacidad de innovar. Charlotte Gifford, en un artículo de European CEO, menciona que "mientras que la abundancia de recursos nos hace plantear las soluciones más obvias, la escasez de estos suele dar lugar a las soluciones más originales".
Por ejemplo, el es el tipo de ingenio que brotó en plena pandemia en respuesta a la necesidad de reaccionar con urgencia. Ahora, la capacidad de afrontar los retos con creatividad, de exprimir al máximo nuestra imaginación y de seguir innovando continuarán siendo igual de importantes. Esto se hará patente, sobre todo, a medida que vaya aumentando el ritmo de la digitalización y la demanda y expectativas de los clientes cambien a mayor velocidad que nunca.
Es la predisposición de saber identificar el momento de emprender un nuevo camino, uno en el que quizás hasta hace poco no te habrías planteado adentrarte.
6. Pensamiento crítico
De la mano de la creatividad y la resolución de problemas viene el pensamiento crítico. Una aptitud que resultará imprescindible en la nueva era laboral por la sencilla razón de que las circunstancias nuevas y desconocidas traen consigo nuevos retos.
La pregunta es: ¿en qué consiste el pensamiento crítico?
En esta era cargada de novedad e impredecibilidad todos debemos mostrarnos más dispuestos a cuestionar nuestros patrones de pensamiento de manera rutinaria. Si aprovechamos el pensamiento crítico para explorar cada problema de liderazgo imaginable desde todos los ángulos, nos encontraremos en el lugar apropiado para diseñar las soluciones adecuadas.
7. Inclusión
A medida que avanzan los tiempos hemos sido testigos de la implementación del modelo híbrido, según el cual parte de los miembros de un equipo trabajan desde la oficina mientras que el resto lo hace desde casa. Por ello, ahora más que nunca es imprescindible que los líderes presten especial importancia a la inclusión y se aseguren de que cada uno de los miembros de su equipo se siente valorado.
Dan Robertson, director de diversidad e inclusión en ENEI (Employers Network for Equality & Inclusion), escribió en una ocasión que los líderes inclusivos son normalmente aquellos que aportan una visión convincente que abre la puerta a la diversidad de pensamiento. También suelen mostrar una gran empatía, aceptar a cada individuo sin prejuicios y tienen la capacidad de escuchar las opiniones de grupos diferentes.
Es importante, entre otros, establecer desde el principio unas expectativas y responsabilidades claras para todos los miembros del equipo y dedicarle a cada uno de ellos el mismo tiempo y atención.
8. Compromiso: aprendizaje eterno
El Mercado Laboral actual ha puesto en el centro de atención la importancia de comprometerse a seguir aprendiendo siempre, independientemente del tiempo que lleves trabajando.
En la nueva era laboral, los mejores líderes se mantendrán fieles al compromiso de seguir aprendiendo y serán el ejemplo a seguir en sus respectivas organizaciones. La clave está en fomentar en tus empleados el desarrollo de la llamada «mentalidad del crecimiento», de manera que estén siempre atentos a cualquier oportunidad que se presente para adquirir nuevas aptitudes.
Los mejores líderes son aquellos que siguen aprendiendo cosas nuevas, leyendo y explorando continuamente y, sobre todo, siempre le dan prioridad a su crecimiento personal. Ese tipo de personas suele estar a la cabeza de negocios de alto nivel, y no es una coincidencia. Si el líder de un negocio se compromete a seguir aprendiendo, normalmente todo su equipo lo hará también.
9. Arriesgarse con moderación
La capacidad de arriesgarse, no sin antes haber analizado y sopesado la situación, siempre ha sido un elemento importante en el papel de todo líder. Esta aptitud no debe confundirse con una actitud temeraria e imprudente y una tendencia a correr grandes riesgos si la recompensa que se espera obtener no vale la pena.
No obstante, en la nueva era laboral esta aptitud se ha vuelto, si cabe, todavía más crucial. Al fin y al cabo, estamos viviendo una época de gran incertidumbre durante la cual el panorama empresarial evoluciona sin cesar. Los líderes deben estar preparados y dispuestos a aprovechar las oportunidades a medida que van surgiendo, lo cual siempre conlleva cierto riesgo y la necesidad de aventurarse en lo desconocido.
Si quieres asegurarte de que el riesgo se convierte en un aspecto efectivo de tu estrategia como líder, debes tener una visión clara de cuál es tu objetivo y valorar el riesgo que cada acción implica. También, es fundamental que tengas en cuenta el coste de toda medida y sopesarlo con los recursos de los cuales dispones.
10. Resiliencia
No es posible, ni siquiera para el más eficaz de los líderes, llevar una vida y una carrera repletas de éxito, sin la más mínima salpicadura de fracaso en algún momento. Lo cierto es que, como líder, de vez en cuando te darás de bruces con algún contratiempo y, si quieres superar estas dificultades, el fracaso y la decepción que te harán sentir, debes fortalecer tu resiliencia personal.
El IMD define a los líderes resilientes como aquellos que tienen «[...] la habilidad de mantener los niveles de energía cuando están bajo presión, de aceptar los cambios problemáticos que tengan lugar y de adaptarse. Cuando se pierden, vuelven a encontrar el camino. Y, por último, son capaces de superar las dificultades más graves sin caer en comportamientos disruptivos y sin causar daños a otras personas».
Un líder resiliente ve una oportunidad en cada fracaso, le planta cara a los obstáculos y es capaz de sacar fuerzas de flaqueza para afrontar los momentos más difíciles de su vida, tanto en el ámbito personal como en el laboral.
11. Autenticidad
Otro aspecto que no podemos olvidar es que, entre todo aquello que nos convierte en líderes, somos también, y ante todo, humanos. Y en los negocios, las grandes protagonistas son las relaciones interpersonales. Por ello, no puedes presentarte como un líder frío e impersonal: debes transmitir humanidad y autenticidad.
Nos referimos entonces a que los líderes pierdan el miedo a mostrarse vulnerables, una cualidad que no suele considerarse positiva cuando la percibimos en la persona encargada de liderar un grupo. Sin embargo, sincerarte con tus empleados, expresar abiertamente tus sentimientos, preocupaciones y objetivos puede ayudar a que te vean como un ejemplo de honradez y confianza.
Si te muestras lo suficientemente vulnerable para reconocer que no tienes todas las respuestas y soluciones a todos los problemas, dejarás la puerta abierta para que otros miembros del equipo aporten sus comentarios e ideas.
Las aptitudes para ser un verdadero líder siempre serán importantes
A pesar del impacto de las crisis, lo cierto es que las cualidades mencionadas siempre han sido esenciales y apreciadas a la hora de liderar cualquier equipo. Aunque, ahora más que nunca, debemos tener en cuenta que, para ser un buen líder durante los próximos meses y años, no debemos centrarnos solo en las aptitudes aquí mencionadas, sino en poseer la capacidad de adaptar nuestro liderazgo en función de las necesidades de cada momento.
Haz ahora el esfuerzo que requiere desarrollar todas estas aptitudes, sin olvidar que todas están conectadas en muchos sentidos, y podrás sin duda dirigir tu negocio de manera eficaz no solo en esta nueva era laboral, sino mucho más allá.