Los dirigentes de empresas tecnológicas analizan por qué las organizaciones deben garantizar un futuro más ecológico
Cuando se habla de crisis climática, ya no se hace referencia a acontecimientos que vayan a producirse dentro de algunos años, sino al momento actual. Las organizaciones tienen el deber de garantizar un presente y un futuro en los que exista mayor respeto por el medio ambiente y, aunque muchos dirigentes muestran preocupación por los desafíos que supone dicha transformación, hay multitud de ventajas de las que beneficiarse.
Para evaluar las consecuencias en mayor detalle, dirigentes de empresas tecnológicas de todo el mundo han contado sus historias y experiencias en su camino hacia un mundo más ecológico.
En el Reino Unido N2S se dedica a reciclar y reutilizar equipos tecnológicos con el fin de reducir la carga que suponen para los recursos naturales de la Tierra. En los últimos años su presidente ejecutivo, Andy Gomarsall, ha sido testigo de un mayor interés en este ámbito y cree que las organizaciones sufrirán un menoscabo de su reputación si no se toman en serio el cambio climático. A este respecto, explica: “De dónde se obtiene el material constituye una cuestión clave en todos los debates actuales, y así debe ser. Y, si no se sabe, no se querrá trabajar con esas empresas. Creo que una cuestión tremendamente importante es que, si una empresa no realiza el esfuerzo necesario en este sentido, caerá el precio de sus acciones. No va a encontrar trabajadores que quieran estar allí y dejará de existir”.
Linian Li es directora general para la región de China Continental de Modern Water, una empresa que presta servicios y tecnología para el seguimiento de la contaminación del agua. Li está de acuerdo con Gomarsall y considera que no solo importa la opinión de los empleados y los socios: “El cambio de imagen corporativa ha pasado a ser un factor decisivo en el incremento de la venta de productos. Además, los productos respetuosos con el medio ambiente cuentan con un apoyo mayor por parte de los consumidores.
“El reciclaje de recursos también contribuye enormemente a la reducción de los costes de producción de la empresa... En el pasado las organizaciones creían en general que la inversión en costes medioambientales era un elemento importante que afectaba a los beneficios empresariales”.
ESUS Mobility ha sido una de las startups reconocidas en las categorías CleanTech y Industry Challenge de la competición Super Connect for Good de 2021. La empresa opera en Valencia (España) y fabrica patinetes y vehículos eléctricos para entregas a domicilio, desplazamientos cortos y otros servicios. Por ello, es fundamental poder promocionar dichos productos como alternativa viable. William Venturim, director general, resume el reto al que se enfrentan: “¿Cómo vamos a convencer a las empresas que trabajan con vehículos con una antigüedad en ocasiones de 10-20 años para que se cambien a los nuestros? El hecho de que ahora se disponga de una forma mejor, e incluso más óptima, significa menores costes y un mayor respeto por el medio ambiente”.
Para Venturim, la solución es sencilla: “Si puedes demostrar que la sostenibilidad es más barata, ¡todo el mundo se decantará por ella!”.
iChoosr comenzó hace 14 años en los Países Bajos y Bélgica y actualmente tiene operaciones en Reino Unido, Estados Unidos y Japón. Organiza compras colectivas de tecnologías sostenibles, como paneles solares, y, de esta forma, garantiza que cientos de miles de personas puedan acceder a equipos como estos de manera sencilla y asequible.
Se trata no solo de conectar directamente con consumidores individuales, sino también con comunidades. Irsan Widarto, director de tecnología de la empresa, explica: “En nuestro caso, también contamos con dirigentes comunitarios como partes interesadas adicionales, por ejemplo, la Greater London Authority en Reino Unido o la Asociación de Propietarios en Países Bajos. Se han asociado a nosotros gracias a nuestra trayectoria con la sostenibilidad. No podemos “camuflar” prácticas poco ecológicas porque perderíamos la confianza de ONG e incluso gobiernos. Y ello supondría un problema tan grande como perder consumidores”.
De la conversación con los dirigentes de estas empresas tecnológicas, está claro que el green-washing, o “teñido de verde” es una cuestión preocupante. El término se refiere a la práctica de manipular la información con el objetivo de inducir a error a los consumidores y socios con respecto a su compromiso con el medio ambiente.
Es algo que a Gomarsall también le preocupa: “No puedo evitar hacer una mueca irónica cada vez que veo a determinadas empresas hablando y publicitando su respeto por el medio ambiente. Es la filosofía del marketing, ¿verdad? ¡Nunca dejes que la verdad se interponga en el camino de una buena historia!”
“En el sector tecnológico hay un elemento al que yo suelo referirme como “no ver ni oír ningún mal”... Y que es simple y llanamente una feliz ignorancia. Es decir: ‘No quiero escucharte, Andy, porque sé que está mal, pero no me lo arruines’”.
Tras llevar cinco años trabajando en iChoosr, el consejo de Widarto está claro: “No tiñáis de verde prácticas poco ecológicas. Simplemente aclarad ‘Oye, todavía no voy por ese camino’ y ya está. Creo que es mucho mejor que no explicarse o explicar una historia falsa.
“Hay un gran número de empresas con dificultades a este respecto porque todavía no han adoptado medidas, así que simplemente se las inventan. Tengo dos hijos, de 22 y 19 años, que entienden esto perfectamente. No se dejan convencer. Yo puedo caer en la trampa, pero ellos no. Están en la generación que más va a sufrir lo que nosotros y nuestros antecesores hemos hecho. Nosotros a veces cerramos los ojos ante esta situación, pero no es el caso de la generación más joven”.
Para Widarto resulta obvio que las organizaciones deben promover sus credenciales ecológicas cuando contraten a nuevos trabajadores, en especial aquellos que acceden a un trabajo a una edad temprana. A este respecto, explica: “Se está produciendo un cambio. Lo veo especialmente con las generaciones más jóvenes, piensan que el trabajo debe adecuarse a su modo de vida a y a sus objetivos en la vida. Por ejemplo, en mi caso, cuando contrato a un desarrollador, puedo decirle que trabajará 40 horas a la semana a cambio de una buena remuneración... Pero eso no es suficiente, eso lo puede encontrar en cualquier otro lugar.
“Muchas personas que trabajan en iChoosr tienen pasión por la sostenibilidad. Ya se sabe la gran competitividad que existe en el mercado de las TI en Europa... me resulta complicado encontrar desarrolladores. Lo que ofrecemos de forma adicional es que, si tenemos éxito, muy probablemente ayudaremos a los consumidores a ser más sostenibles y, en última instancia, contribuiremos a que el mundo sea un lugar mejor”.
Y no es solo mera especulación. Widarto señala la relación de iChoosr con la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes AP de Amberes, donde los alumnos se ponen en contacto con él de forma regular para solicitar prácticas profesionales ya que apoyan los valores de la empresa. Por consiguiente, cada año da trabajo como mínimo a dos universitarios.
Gomarsall aborda en mayor detalle esta cuestión con un aviso a las organizaciones que no priorizan la sostenibilidad: “La próxima generación está creciendo en una revolución ecológica. En los planes de estudio se aborda de forma trasversal el cambio climático. Son los que se van a sentar enfrente de tu organización y van a preguntarte a la cara: “¿Cuáles son vuestros objetivos de sostenibilidad? ¿Cuáles son vuestras metas? ¿Por qué debería formar parte de tu empresa y qué estáis haciendo para salvar el planeta?”.
Además, contratar a trabajadores tan entusiastas también compensa. Li pone un ejemplo de su organización, donde un empleado propuso una asociación que beneficiaba a todos: “La sostenibilidad es uno de los indicadores de evaluación de los empleados de Modern Water China. Estamos abiertos a que los empleados propongan ideas que supongan un beneficio público y actividades de protección medioambiental, por lo cual muestran un gran interés los trabajadores jóvenes. Hace unos años nuestro ingeniero de aplicaciones, Jie Li, nos presentó a MyH2O, una ONG china dedicada a mejorar la calidad del agua potable en regiones rurales del país. Durante sus años universitarios fue voluntario en dicha ONG”.
Li advierte de que las organizaciones no deben tratar de recurrir a apaños rápidos cuando se trata de abordar la crisis climática: “Los dirigentes empresariales deben tener un horizonte y un conjunto de valores claramente identificados, así como incorporar de forma eficaz una estrategia empresarial y prácticas en materia de sostenibilidad en todas sus operaciones a fin de lograr la transformación de la organización hacia un futuro sostenible”.
También es importante recordar que la pasión no siempre se asocia directamente con la habilidad, incluso aunque tú o tu personal queráis asumir el compromiso. ¿Qué pueden hacer los dirigentes para adquirir conocimientos en este ámbito y cómo pueden fomentar dicha adquisición también por parte de sus trabajadores?
Gomarsall expone su propia experiencia al respecto: “Esta generación es tan afortunada que solo hay que ir a Internet y aprender. Paso la mayoría del tiempo en LinkedIn simplemente haciendo circular información, formando y contando algunas de las historias que más me han impresionado. Ante todo: aprende y entiende. Eso no significa que tengas que ser un experto, solo conocerlo y entenderlo.
Es solo un pequeño paso, pero puede conducir a un futuro mucho más prometedor.
Lee la anterior publicación en el blog sobre sostenibilidad en el sector tecnológico, donde se recogen citas de algunos de los dirigentes de las empresas mencionadas, aquí.